domingo, 28 de febrero de 2016

Para ti nada más ...




Emilio Serrano, Las fuentes del recuerdo



Para ti nada más era el milagro:
que se pusiera el sol tan suavemente
como cordón de aceite sobre el pan
y que en las rosas últimas de otoño
aún resistiera intacto su perfume.

Y extraordinario fue sin duda el hecho
de regresar a casa mientras ibas
con amor desbordado por el mundo
y por saberte vivo, tan de gratis.



Emilio Serrano, Niño en el Campo de la Verdad



Y ni los vinos del Duero, ni el Rioja
te supieron mejor que el agua fresca
que te aplacó la sed, otro milagro
rescatado de pronto de la infancia.

Ahora para ti solo, Andrés Trapiello,
tienes al clave a Mozart en tu cuarto,
y sólo para ti interpreta músicas
más firmes que la noche de las Osas

con su luz no envidiosa de otras luces,
armonías y sones acordados
como jamás el corazón de un hombre
haya sentido y como nunca tú,
de cuna tan humilde, imaginaste.

¿Cuántos reyes pudieron en su vida
vivir tantos prodigios, si es que acaso
pudieron descubrirlos en la corte
o en medio de batallas ya olvidadas?

Feliz aquel a quien con mano parca
el dios le concedió lo suficiente.
Y a quien le diera más, le sea leve
la tierra donde acabe, y más la vida.

Andrés Trapiello





sábado, 27 de febrero de 2016

Despertar ...




P. Antonio Rotari.  Joven dormido.


Tras el vivir y el soñar
está lo que más importa:
despertar.

 Antonio Machado




jueves, 25 de febrero de 2016

La flor de ceniza







El amor... ah, qué rosa.
Tenla, sostenla, súbele aguas dulces y puras,
vela la milagrosa ascensión del perfume
y esa niebla de fuego que se le dobla en pétalos.
El amor... ah, qué rosa verdadera.
Ah, qué rosa total, voluptuosa, profunda,
de tallo ensimismado y raíces de angustia,
desde tierras terribles, intensas, de silencio,
pero rosa serena.
Tenla, sostenla, siéntela, y antes que se derrumbe
embriágate en su olor,
clávate en las espadas del amor, esa flor,
esa rosa, ilusión,
idea de la rosa,

de la rosa perfecta.

Idea Vilariño









miércoles, 24 de febrero de 2016

Listas









La lista está en el origen de la cultura. Es parte de la historia del arte y de la literatura. ¿Para qué queremos la cultura?: Para hacer más comprensible el infinito. También se quiere crear un orden, no siempre, pero a menudo. ¿Y cómo, en tanto seres humanos, nos enfrentamos a lo infinito?, ¿cómo se puede intentar comprender lo incomprensible? A través de las listas, a través de catálogos, a través de colecciones en los museos y a través de enciclopedias y diccionarios. Hay cierto encanto en enumerar con cuántas mujeres se acostó Don Giovanni: fueron 2.063, al menos según el libretista de Mozart, Lorenzo da Ponte. También tenemos listas prácticas: la lista de la compra, el testamento, el menú… que son asimismo adquisiciones culturales por propio derecho (...)

Umberto Eco, El vértigo de las listas, ed. Lumen


Hay una sola cosa que uno escribe para uno mismo, y es la lista de la compra. Sirve para recordarte qué debes comprar, y cuando lo has comprado puedes destruirla porque no le sirve a nadie más. Todo lo demás que escribes, lo escribes para decirle algo a alguien.

Umberto Eco, Ocnos. Revista de estudios sobre Lectura: Nº 1





Señorita, el catálogo es este
de las bellas [mujeres] que amó mi patrón;
un catálogo que yo mismo hice;
observad, leed conmigo.

En Italia, seiscientas cuarenta;
En Alemania, doscientas treinta y una;
Cien en Francia; en Turquía, noventa y una;
Pero en España son ya mil tres.

Entre éstas hay campesinas,
camareras, ciudadanas,
condesas, baronesas,
marquesas, princesas,
y hay mujeres de toda condición,
de toda forma, de toda edad.



Aria del primer acto de Don Giovanni, ”Madamina, il catalogo è questo”, de Mozart. Surge de la necesidad de Don Giovanni de alejarse de Donna Elvira y despistarla; para ello, convence a su criado Leporello para que le cuente todo a esta mujer que, para variar, había sido seducida en su momento con bonitas palabras de amor, para luego, ser abandonada. Don Giovanni, como hizo entonces, huye del lugar dejando que Leporello entretenga a Donna Elvira.

Para ello, Mozart supo dividir en dos tramos el aria. En la primera enumera la innumerable lista de mujeres que caen al paso del seductor (In Italia, seicento e quaranta) que van a un ritmo más intenso; mientras, la segunda parte es más pausada pero en la que muestra los “gustos” de su señor y que se resuelven en ese final “con tal de que lleve faldas, ¡vos ya sabéis lo que hace!” que demuestra a las claras, el particular estilo de Don Giovanni. 





Gracias aroma 

azul, 
fogata 
encelo. 
Gracias pelo 
caballo 
mandarino. 
Gracias
pudor 
turquesa 
embrujo 
vela, 
llamarada 
quietud 
azar 
delirio. 
Gracias a los racimos 
a la tarde, 
a la sed 
al fervor 
a las arrugas, 
al silencio 
a los senos 
a la noche, 
a la danza 
a la lumbre 
a la espesura. 
Muchas gracias al humo 
a los microbios, 
al despertar 
al cuerno 
a la belleza, 
a la esponja 
a la duda 
a la semilla 
a la sangre 
a los toros 
a la siesta. 
Gracias por la ebriedad, 
por la vagancia, 
por el aire 
la piel 
las alamedas, 
por el absurdo de hoy 
y de mañana, 
desazón 
avidez 
calma 
alegría, 
nostalgia 
desamor 
ceniza 
llanto. 
Gracias a lo que nace, 
a lo que muere, 
a las uñas 
las alas 
las hormigas, 
los reflejos 
el viento 
la rompiente, 
el olvido 
los granos 
la locura. 
Muchas gracias gusano. 
Gracias huevo. 
Gracias fango, 
sonido. 
Gracias piedra. 
Muchas gracias por todo. 
Muchas gracias. 
Oliverio Girondo, 
agradecido.


Oliverio Girondo


Y gracias, Beatriz, por este poema.





domingo, 21 de febrero de 2016

Carta







A ti, que serás siempre La Ignorada,
a ti, que llegaste a quién sabe qué lugar
cuando yo acababa, ay, de salir de él,
o perdiste aquel tren, no sé cuál, que te hubiera traído
al centro de mi vida,
o estabas en un banco de algún parque
un día que yo no quise pasear entre las hojas verlenianas,
a ti,
por la chacarera de tu mirada que nunca he visto,
por ese corazón que desconozco y es como una playa de
      setiembre,
a ti, por todo lo que me habría obligado a amarte,
a ti, que me habrías amado hasta nunca,
que ahora puedes estar llorando
en la luz fría de una habitación de hotel,
o con tus hijos en el British Museum,
o ves el arco iris en una telaraña,
o piensas en mí sin saber que soy yo,
a ti, retrospectiva, condicional, perdida,
dondequiera que estés,
                                          este poema.

Miguel d'Ors







En la tarde gris y triste
viste el mar de terciopelo.

Rubén Darío






jueves, 18 de febrero de 2016

Hay ...





Dimitri Romanovsky


Qué fortuna morir de amor y continuar viviendo…



Hay muertos que no saben que están muertos…, hete aquí un viejo tema de los relatos fantásticos o fantasmales que la gente lee sin cansarse nunca. ¡Cómo si no hubiese cosas mucho más impresionantes en nuestro propio mundo! Una historia, por ejemplo, que comenzase así: "Hay vivos que no saben que están vivos".

Mario Quintana



***

Me gusta hacer poemas con un único verso
y hasta de una palabra
como cuando escribo tu nombre en medio de la página
y me quedo pensando más o menos en ti
porque pienso también en otras cosas (...)

Qué fortuna morir de amor y continuar viviendo…

Mario Quintana






martes, 16 de febrero de 2016

Si...

 




Si los sueños
no se realizan
es por despertar
antes de tiempo.

Cecilia Casanova








domingo, 14 de febrero de 2016

Llegarás a ser ...





De Miquel Martí i Pol

Llegarás a ser una parte tan íntima
de mí que al fin la muerte
se te llevará de nuevo cuando se me lleve.

Si fueses tierra crecería en ti
y daría frutos de una rara dulzura,

sería fiel a los caminos que te surcan la piel
y a los ríos secretos que te atraviesan la entraña.

Si fueras mar pediría prestado el viento
para desvelarte remotísimos ecos.

Si fueras lluvia te recibiría todo desnudo.
Si fueras bosque amaría la sombra. 





Aquellos a quienes no he amado,
aquellos a quienes ni siquiera he conocido,
conservarán la parte más pura de mí.

Vosotros, solitarios, que diréis mi nombre
y hallaréis la paz leyendo mis poemas.
Para vosotros escribo
con el afecto de un abrazo de hermano.

No me améis por el esfuerzo que entraña.
Escribir para vosotros
es como repetirse lentamente
los versos de un poema querido.

Cuando leáis mis libros
oiréis en ellos vuestra propia voz;
el vacío elemental de vuestra vida
que os llena las manos de viento.

No queráis penetrar su sentido.
Apartaos a jardines íntimos
o a cuartos silenciosos
y rogad con mis palabras -las vuestras-
maravillosamente vivas y actuales.

Yo, entonces, me haré visible en todas las cosas.



Imágenes: Monia Merlo




sábado, 13 de febrero de 2016

Tengo un cumplido ...






Tengo un cumplido estupendo para ti...
Abrazar el alma a través del cuerpo...

Una escena bellísima... mejor, imposible...


Feliz San Valentín.






viernes, 12 de febrero de 2016

Más que nadie ...







Nunca habías conocido a nadie como yo
pero qué importa eso ahora
que me conoces más que nadie.

Pablo Fidalgo Lareo









jueves, 11 de febrero de 2016

¿No has dudado?








Me preguntan los hombres: «¿No has dudado?»
¡Cómo pude dudar, pues te sentí!
¡Si fuiste mi tormento exasperado,
si con hierro candente me has sellado
          para Ti!

Te combatí las noches y los días,
quise olvidar tu amor; ¡no lo logré!
Después de cada crisis resurgías.
Inexorablemente me decías:
         «Sígueme».

Nadie sospechará lo que he sufrido.
¡Tú lo sabes, Señor!
Nunca quieras echar en el olvido
que todo el drama de mi vida ha sido
la lucha del amor contra el Amor.

Cristina de Arteaga y Falguera






martes, 9 de febrero de 2016

Un día ...






Rodney Smith



Un día nos veremos
al otro lado de la sombra del sueño.
Vendrán a ti mis ojos y mis manos
y estarás y estaremos
como si siempre hubiéramos estado
al otro lado de la sombra del sueño.

José Ángel Valente



Rodney Smith



No el estrépito de una carroza,
sólo dos miradas que se han cruzado.

No la Babilonia destruida:
sólo dos almas frente a frente.

No un ciclón del Pacífico,
sólo dos flechas de los escitas.

  Marina Tsvetáieva





domingo, 7 de febrero de 2016

Al cerrar los ojos ...




Antonio Mora


Al cerrar los ojos
los abro dentro de tus ojos.
Hay fuentes
en el jardín de tus arterias.

Octavio Paz





viernes, 5 de febrero de 2016

Al punto




Stanko Abadžic


Templar al punto los espárragos,
desalar perfectamente el bacalao,
hervir la leche con los granos de arroz
y darle el punto exacto
a la crema de calabacín.

Estrenar las sábanas de círculos verdes,
comprar un caleidoscopio,
preparar los libros de poemas,
perfumarme suavemente,
probarme un sujetador,
elegir la música,
poner toallas limpias,
ensayar los latidos,
comprobar las llamadas del móvil
que no suena,
mirar el reloj otra vez más.

Templar al punto los deseos,
desalar perfectamente la impaciencia,
hervir la esperanza con los granos de fe
y darle el punto exacto
a la crema de amor.
Cualquier día de estos
confundo las recetas
con las que preparo
una cita contigo.

Begoña Abad






No conocía esta versión de Pretty woman, ¡me encanta!


¡Feliz fin de semana!






miércoles, 3 de febrero de 2016

Tu mejor tú ...







De Pedro Salinas ...

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.


***

Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú (...)

Y cogerlo
y tenerlo yo en alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.






Cuando tú me elegiste
-el amor eligió- 
salí del gran anónimo 
de todos, de la nada.







lunes, 1 de febrero de 2016

Razón de amor





                                  

Todo buen poema de amor es prosa.

T.S. Eliot



Porque estás ahí delante -siempre delante, eso sí-,
pero confieso humildemente que no puedo encerrarte en
                                                un cauce.
No sé cómo poner música a la música,
como dar olor al jazmín,
color al sol que se hunde por la tarde,
como quien dice: esto se ha acabado,
no esperen ustedes que salga mañana por la mañana.

Yo no sé si me explico,
pero es que hay cosas que no son para cantadas,
sino para dichas llanamente, después de tomar una
                                                               cerveza.
-Está lloviendo-, apunta uno:
y en dos palabras se encierra un terrible suceso,
algo que hiere los tejados.
y deja caer sobre los charcos más lágrimas
de las que pudieran derramar los humanos ojos,
incluso poniéndose en lo peor de las cosas.
 -Es de día-: y con ello
entra el sol en el alma, como una aguja caliente,
y nos sentimos seguros de que, por el momento,
Dios no nos olvida.

Y así con el amor
uno vive, viviendo.
Uno olvida que, cada día, Dios nos pone tierra
                                           bajo los pies,
aire sobre la boca y azul en las pupilas.
Uno olvida que el corazón se apoya, cada día,
como un blando sillar,
en otro corazón.

Y cuando se cae en la cuenta de todo
-esto no sucede a menudo-,
resulta imposible medir un verso con los dedos
Un gran tajo circunda a los amantes,
y lo demás puede decirse en dos palabras.

Alfonso Canales





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